Tesla sube casi 15% y cargo en el Gobierno: los frutos de la arriesgada apuesta de Elon Musk por el republicano
El futuro Presidente prometió al hombre más rico del mundo el Departamento de Eficiencia Gubernamental, generando inquietud por los eventuales conflictos de interés que se gatillarían.
Por: Patricia Marchetti | Publicado: Miércoles 6 de noviembre de 2024 a las 20:20 hrs.
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Elon Musk apoyó a Trump en la campaña. Foto: Reuters
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Donó más de US$120 millones a la campaña republicana, organizó asambleas públicas en estados clave como Pensilvania y hasta sorteó US$1 millón diario entre los votantes que firmaron su petición a favor de la libertad de expresión. La apuesta “all in” de Elon Musk, el hombre más rico del mundo y máximo ejecutivo de Tesla y SpaceX, por Donald Trump rindió frutos. Tanto así que, al proclamar su victoria, el nuevo presidente de EEUU expresó: “ha nacido una estrella: Elon”.
El excéntrico multimillonario se sumó públicamente a la campaña en julio, horas después del intento de asesinato en contra del expresidente. Se alineó con su discurso en temas como la inmigración y la regulación, el desagrado por los medios tradicionales, la guerra cultural, la diversidad y el género, y utilizó su red social “X” para publicar cientos de mensajes en favor de Trump a través de su cuenta con más de 200 millones de seguidores.
Nadie hizo más por el político estadounidense que el empresario con una fortuna de US$ 263 mil millones (el día de la elección). Y es que su apoyo no sólo representa un aliado para la Casa Blanca, sino que también marca un triunfo estratégico para Musk, quien se convertirá en uno de los asesores más influyentes del presidente como jefe del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, lo que, a su vez, podría significar un conflicto de intereses sin precedentes en los niveles más altos del Gobierno.
El papel prometido por Trump al dueño de Tesla le daría poder en la reducción del gasto público -ha dicho que podría recortar US$ 2 billones del presupuesto federal- y capacidad para interferir en las políticas y agencias federales que supervisan su vasto imperio. A su juicio, existe una “enorme burocracia federal que frena a Estados Unidos en gran medida”, lo que hace suponer a los analistas que propondrá cambios profundos en esa dirección, pudiendo adaptar regulaciones a sus propios intereses financieros.
Cabe recordar que él y sus compañías -seis en total- han sido investigadas en varias ocasiones por organismos como la Comisión Federal de Comercio, la Comisión de Bolsa y Valores y el Departamento de Justicia, por la protección de datos de los usuarios de X, la seguridad de sus automóviles eléctricos y las actividades de su Comité de Acción Política en las elecciones. De acuerdo a The New York Times, Tesla y SpaceX tienen abiertas 20 investigaciones por posibles ilegalidades en sus operaciones.
El dueño de SpaceX aseguró que podría recortar al menos US$ 2 billones (millones de millones) del presupuesto federal de EEUU, lo que requeriría un nivel de austeridad sin precedentes desde el fin de la II Guerra Mundial.
Los réditos de su apuesta
Con la victoria del republicano, los inversionistas consideran que las compañías de Musk saldrán beneficiadas. Las acciones de Tesla se encumbraron hasta un 15% el miércoles, alcanzando un máximo de 52 semanas, para luego cerrar con un alza de 14,61% en US$ 288,17, rozando su mayor nivel histórico.
Si bien Trump ha sido crítico de los vehículos eléctricos durante toda su campaña, tras el respaldo del multimillonario pasó a elogiarlos. “Estoy a favor de los autos eléctricos”, dijo en agosto. “Tengo que estarlo porque Elon me apoyó con mucha fuerza”.
Así, aunque el nuevo inquilino del Salón Oval redujera los incentivos fiscales para los vehículos eléctricos, diversos analistas prevén que Tesla tendría una ventaja competitiva sobre otros fabricantes. De hecho, Musk podría intervenir -tal como ya ha dicho que quiere- en la aprobación de la función de piloto automático asistido, clave para el negocio de su empresa que ha enfrentado una serie de obstáculos regulatorios.
Pero por donde más puede ganar el empresario al tener línea directa con el Presidente, es a través de SpaceX, que se ha convertido en un socio cada vez más vital para la NASA y el Departamento de Defensa de EEUU, cerrando contratos gubernamentales por más de US$ 15 mil millones en los últimos 10 años.
“Sólo Elon puede hacer esto”, dijo Trump en su discurso en Palm Beach Convention Center tras los resultados, refiriéndose al lanzamiento y aterrizaje del cohete Starship de hace dos semanas. “¿Quién más puede hacer eso? Nadie más, por eso te amo, Elon”, agregó.
Es más, el republicano abrazó la meta de Musk de llegar a Marte en 2028 o antes del final de su mandato: “Llevaremos a un astronauta estadounidense a Marte”, dijo. Un plan que iniciaría con dicho paso, pero que aspira a la colonización del planeta rojo hacia 2050. A través de X ha manifestado que el departamento del cual estará a cargo “es el único camino para extender la vida más allá de la Tierra”.
El futuro Presidente también ha mostrado su inclinación por Starlink, el negocio de internet por satélite del magnate, opinando que podría conectar ciertas zonas rurales de mejor forma que las líneas fijas de fibra óptica, sugiriendo destinar más subsidios a los satélites.
Así, la firma podría beneficiarse de la nueva campaña gubernamental de expansión de internet por unos US$ 42.000 millones.
De igual modo, Musk podría jugar en favor de sus empresas más pequeñas, diluyendo normas sobre inteligencia artificial que afectarían a xAI, o desregulando políticas en torno a los implantes cerebrales de Neuralink.
Se concrete o no el Departamento de Eficiencia Gubernamental, el millonario ya anunció -después de ver los resultados junto Trump y su familia en su residencia Mar-a-Lago en Florida- que planea seguir involucrado en la política a través de su agrupación pro-republicana America PAC.